jueves, 27 de mayo de 2010

Preparándolo para navegar (II)

Sigo narrando las dificultades con el mástil. Aparentemente, corría el cable driza con la roldana nueva y me centré en la contra, como os conté en la última entrada. Una vez acabada la contra, salvo algunos ajustes finales, procedí a intentar izar la vela nuevamente...Y nuevamente dificultades al llegar al mismo sitio. Arriar vela. Bajar de nuevo el mástil (vuelta a descintar obenques, vuelta a subirte para desencajarlo y bajarlo, ...). Esta vez culpé al cable de acero, que estaba reliado formando círculos amén de que tenía puntas sueltas por algunos sitios que me clavé en varias ocasiones. Por tanto, me dije, cambiaré el cable por un cabo.

Qué fácil es decirlo. Mi mástil tiene la driza interior. La parte superior del cable acababa con una forma que no cabía por el hueco de la punta del mástil y no podía cortarlo, con lo que la extracción debía de ser tirando por arriba. Pero al intentar sujetar el cabo al trozo de driza viejo, tampoco pasaba por el hueco. Al final la solución más sencilla fue la mejor (media hora después), encintando en paralelo cabo nuevo y driza vieja, hasta conseguir pasarla. Hicimos la prueba, ¡qué bien iba ahora!, (bendita cinta aislante, brindo por ella). ¡Levantemos y coloquemos el mástil de nuevo!.

Otra vez el proceso. Asegurarte que los obenques y estay no están liados, subirte, cogerlo, situarlo, aaaaarrriba!, estay, atrás mástil, obenques tensados, perrillos. Aproa el barco, saca la vela del coche, empieza a izarla, qué bien va.... ahhhhhhhhhhhhgggggggg! ¡Vuelve a atascarse en el mismo sitio!

Bajalavela, dóblala, sueltaobenquesyestay, súbetedesencájalocógelo, cuidadocuidado, comosesuelterompoeltravesaño, apóyaloenlacubierta, bájate,....respira, respira, inspiración, expiración,...
Nuevo análisis de la situación. Proceso científico hasta ahora, basado en la prueba y error, aunque no estaría de más acertar ya. Analizo la roldana y ¡compruebo que la roldana no es la suya, como tampoco lo era la que tenía antes montada!. Cuando no hay peso, rueda rozando con el mástil, pero cuando tiene el peso de la vela, no gira, pega en mástil. Hay que pensar otra solución, en las náuticas de alrededor no hay roldanas más pequeñas. Monto de nuevo el mástil para no dejarlo desmontado y ¡eureka! se me acaba de ocurrir.

A una ferretería. Compro un montón de arandelas de diámetro más pequeño que la roldana pero anchas, con un agujero central pequeño, de 5 mm, para el bulón que hace de eje. Vuelvo al barco, vuelta a bajar el mástil, nolorepitoporquetambiényalosabéis, y cambio la roldana por todos las arandelas que caben, para que no haya holguras laterales. Subootravezelmástilcomoyaosheexplicadoporenésimavez. Aproa el barco, saca la vela y......sube, y sube, y sigue subiendo hasta arriba, sin esfuerzo. ¡¡Por fin!! "Creo que mañana podré navegar".
Monto la contra, compruebo que tengo que acortar algunos tramos y a guardarlo todo. Me voy pensando que al día siguiente sería el estreno, pero eso será en otra entrega.

domingo, 23 de mayo de 2010

Preparando la Contra o vang


En la última entrada, quedé en colgar un esquema de la contra. Os lo adjunto ahora, es muy rudimentario, pero creo que se entenderá.
Hacen falta 5 pequeñas poleas, una de ella con arraigo. Depende de cómo sea vuestra sujeción a la botavara, puede que sea mejor que la polea que irá en la botavara tenga sujeción móvil, que gire.
La superior va a la botavara y la inferior de la izquierda al pie de mástil. La polea que veis abajo a la derecha debe ir, cuando está cazada, más o menos sobre la zona de proa de la caja de orza, pero libre, sujeta sólo por los cabos. El cabo inferior irá anudado tras un puente y el superior sube encima de la caja de orza hacia su puente y mordaza. Es un sistema muy desmultiplicado (16:1) que consigue cazar con mucha facilidad y poco esfuerzo, a la vez que es efectivo al soltar.
Hay dos cabos, junto a la polea que va casi en la base del mástil, que se amarran al grillete de la polea.

Atención especial. Al montar el sistema hay que ir cortando cabos, mejor con la botavara colocada en su posición. Tuve que rectificar varias veces por dejar algún cabo demasiado largo, que impedía cazar porque hacían tope algunas poleas.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Preparándolo para navegar

Por fin llega el día. Después del traslado, ya lo tengo en Puerto Sherry (El Puerto de Santa María). Comienza la preparación del arbolado y las primeras dificultades. Por suerte, el día ha aparecido demasiado ventoso para una primera prueba, con lo que la impaciencia de acabarlo se ve atenuada.

De este aspecto no he hecho fotos. Os cuelgo sólo los comentarios. Siguiendo el orden que indican en uno de los enlaces que os colgué en la entrada enlaces útilesprimero subimos el mástil, colocamos el stay en proa y los obenques en los laterales, lo más tensos que podemos, pero sin tener demasiada tensión. Por suerte, hay varios 420 en los alrededores y podemos ir comparando. Están igual. Encintamos los bulones y perrillos.
Izamos el foque. Lo había hecho ya en la nave donde hice la reparación y sabía que no había problema. Así fue. Arriamos y recogemos. Probamos ahora a izar la mayor, que sí me dio problemas en la nave. Y, por supuesto, volvieron a surgir ahora. A media altura del mástil, cuesta ya un esfuerzo sobre humano. No es normal, no puede ser así. Bajamos la vela y desmontamos el mástil. En un principio hecho la culpa a la driza, que está formada por un cable reliado junto con un cabo, pero fijándome mejor, observo que la roldana de la punta del mástil está rota, se la ha comido el cable por el centro. Rápidamente, a la tienda de náutica antes de que cierren. No la encuentro. Mediodía...Montamos de nuevo el mástil, colocamos la funda y por la tarde será el reintento.
Antes de volver, voy a otra náutica y encuentro la roldanita. 1 €. Desmontamos el mástil, la cambio y vuelta a subirlo. Sin vela, circula bien el cable. La doy por solucionada, pero ya veremos, ya.
Me centro ahora en montar la contra. Sistema de 5 poleas. Tengo el cabo y las poleas, pero no cortado ni montado y requiere ir haciéndolo sobre la marcha para no equivocarnos. Coloco la botavara  sin vela, anudando driza con pajarín para situarla más o menos en su posición y tomar referencias... Pero mejor, lo dejo ahora, y prepararé y subiré algún esquema para dejar más claro cómo queda. en las fotos de los enlaces hay partes que no se ven demasiado bien.

jueves, 13 de mayo de 2010

Pintando la cubierta











Aquí ya pudieron las prisas conmigo. Debería haber repetido todo el proceso del casco, pero me cansé del ciclo lija-masilla-lija-masilla,... Supongo que un experto lo hará en tres pasos, pero yo tengo que repetirlo demasiadas veces. Además, se acercaba el fin de semana y quería echarlo al agua... decidí asumir que la parte más visible del barco iba a ser la que peor quedara.

Decidí también "colorearlo". Que me perdonen los puristas. Sé que un barco pintado es un barco viejo. Que el gel o top coat da un acabado que la pintura no puede igualar. Se trata, sin embargo, de algo más sencillo, barato y rápido. Y en el fondo, qué más da.

Tras un experimento fallido con un tinte azul oscuro sobre la pintura blanca, tuve que utilizar, además del azul, el negro, para conseguir el color que se aprecia en las fotos.










Lo he dado por prácticamente acabado. Hay más fotos en el enlace a la galería de Picassa. Ya estoy pendiente del transporte, he pedido nuevamente un favor, y llevarlo a su destino para poder probarlo.

Subiré alguna foto del barco navegando y daré este blog por finalizado. Aunque lo dejaré en la red por si alguien decide comenzar el proceso, que tenga algo de información disponible.
Saludos.

Labios de orza

Comenté en otra entrada algunas de las opciones para los labios y la que había elegido: con radiografías.
Aquí tenéis la prueba:

Antes de colocarlas.
y en ésta, ya recortadas y pegadas. Os comentaré que tal resultado da navegando, cómo cumple su función y si aguanta lo suficiente. 

Pintando el casco

Por fin. Tras repasar una y otra vez el casco, me decido a pintar. Ha llegado un momento de hartazgo total, no por el trabajo en sí, sino por estar ya deseando tenerlo en el agua, navegar. Decido empezar un día, pero cuando voy a hacerlo vuelvo a ver demasiadas imperfecciones. Vuelta a la lijadora y a la espátula y masilla. Así hasta que tomo la decisión, como ya os comenté en la entrada anterior.

Vamos con unas fotitos:

La pintura ya comenté que era de poliestireno alifática de dos componentes. Blanca. Tóxica. Puede aplicarse a rodillo o pistola. Como véis en la foto, lo he hecho a rodillo. No es lo ideal, pero el resultado no es demasiado malo.
No conviene dar muchas pasadas, porque entonces rechupa. Mejor prácticamente una o dos y dejar que la pintura abra. Tiene un poder de cubrición relativamente alto. En el casco he tenido que dar dos manos para que no se vieran las manchas de la masilla.
   Otra foto. El brillo es demasiado alto para mi gusto, pero tampoco pregunté si había pintura satinada. El efecto en la foto es mejor que en la realidad, porque se ven menos las imperfecciones.
Desde otro ángulo. Hay más fotos pinchando en el enlace de picassa. El casco creo que ha quedado bastante digno. Está muy trabajado en los parches y masilla, y al pintar, aunque quedan marcas y no está perfecto, resulta correcto. Mucho mejor que la cubierta. Pero antes, los labios de la orza.

sábado, 1 de mayo de 2010

El casco, parcheo y enmasillado

Como decía, tenía ya el barco bocabajo. Al hacerlo, descubrí una pequeña grieta que no había visto con anterioridad, cercana a la quilla. Además de la más visible de la proa. De paso, he aprovechado y reforzado las partes que apreciaba demasiado blandas.

El proceso es el ya reiterado. Lijado de las zonas dañadas, resina, fibra y resina, nuevo lijado, enmasillado, lijado, repaso con más masilla y lijado.

Cuelgo algunas fotos:
Algunos de los parches me han quedado demasiado sobresalientes, tenía que haber lijado más la superficie antes de pegarlos. Pero la verdad es que el proceso es largo. No quiero pensar cómo era hace unos años sin tantas lijadoras económicas que existen hoy...


Aquí podemos apreciar ya el enmasillado. Está un poco defectuoso y me obliga a tener que repetir más veces de lo necesario el proceso enmasillado-lijado. Poco a poco voy aprendiendo, cogiendo mejor la proporción de la masilla y el cordoncillo de endurecedor y el movimiento de la paleta para dejarlo lo más liso posible, cubriendo las pequeñas grietas y reduciendo el proceso de lijado.
Llegados a este punto, ya me planteaba pintar, pero continuamente veía nuevos arañazos, nuevas irregularidades, otra vez lijar, otra vez más masilla...
Sucede, además, que todo esto es a ratos muertos, robados a la hora de la comida, perdiendo siempre tiempo sacando y guardando el material. El asunto va eternizándose.
Las dudas, pintar a pistola o a rodillo. Las complicaciones de lo primero, pedir la pistola, saber desmontarla y montarla para limpiarla,...Finalmente, releo este blog, en una de sus primeras entradas cuando decía que quería un barco económico para navegar con la familia, no ganar un premio a la restauración...Tomo la decisión: No lijo más, y pintaré a rodillo. Lo veremos en la siguente entrada.
Antes, añadir sólo que aproveché la situación del barco para reforzar el interior de la cubierta.